TRABAJO PRESENTADO POR ÀNGELS PETIT
EL 29-1-2013
TEXTO: “EL AUTISTA Y SU VOZ” Jean Claude Maleval – Ed. Gredos
Tomando los argumentos de
Asperger, en el capítulo “La nueva clínica espectral del autismo” pág. 60,
Maleval señala que el autor se ve obligado a un abordaje estructural
del autismo.
¿Por qué?
-Constata una unidad de tipo
clínico a partir de rasgos “muy reconocidos” a partir de los dos años y que
“perduran a lo largo de la vida” es decir, “algo esencial persiste”. Para
Asperger “la persistencia en el tiempo de la personalidad autística tipo
constituye un índice esencial que demuestra que se trata de una entidad
natural”
Es decir, para Maleval, el
criterio de “persistencia” que
destaca Asperger, es un criterio fundamental.
En los Lefort, a partir del caso
de Marie-Françoise, niña autista, definen que su subjetividad la lleva a
“querer destruir el mundo o él la destruye”. Esta concepción los lleva a definir
el autismo como estructura. Afirman una voluntad de goce dirigido al cuerpo
real del Otro bajo la modalidad sádica, como manera de dividir a este Otro, no
a completarlo. Para ellos no hay ni S1, ni objeto a. El autista es sensible al
S2, pero como no hay S1, no puede representar al sujeto. En consecuencia, a
falta de alienación significante y de objeto pulsional separable, la figura del
doble es fundamental. “La división del sujeto se produce en el real del doble,
en el real de sí mismo”.
En 1996 sostienen la tesis de la
existencia de una estructura autística. En este mismo año, constatan que hay
grados de autismo y señalan un “autismo adulto” con el concepto de
“personalidades autísticas”
En 1997 destacaran “…que no hay
balbuceo y que por este motivo no hay goce de lalangue”.
En 2003, a partir de la hipótesis
de “una primacía de la pulsión de destrucción, que tratan de enmarcar aún más
la hipótesis la idea de permanencia”.
Más tarde estos autores se
alejaran de los planteamientos de Asperger i Kanner y de sus descubrimientos:
aislamiento, dificultades delante de los cambios, atracción por los objetos, trastornos
en el lenguaje y toda una fenomenología antes de los 24 - 30 meses de vida del
niño.
Comentario: Para los Lefort, los
aspectos de un real que ha de destruir como voluntad de goce como manera de
dividir al Otro. La imposibilidad
de articular S1 y S2 no pudiendo producir una alienación significante,
no pudiendo separar un objeto pulsional separable y como consecuencia la
necesidad de un doble hacen la tesis de una estructura autística.
Aunque para J.C.Maleval la noción
de “aspectro autístico” es un concepto ambiguo y de límites difusos, según él, este
criterio procede de la clínica y no de una hipótesis etiológica. Sugiere un
mismo modus de funcionamiento subjetivo detrás de una gran diversidad de
cuadros clínicos e implica la tesis que hay una evolución hacia el autismo,
confirmando la tesis de Asperger: “lo esencial permanece invariable” pág. 65.
En el texto del mismo autor: “Del
autismo de Kanner al síndrome de Asperger” pág 64, intenta captar la
especificidad del autismo, por un lado define: un trastorno de la enunciación
derivado de la carencia de una identificación primordial, y por otro, una
defensa específica que se basa en un objeto fuera del cuerpo, capaz de constituir
una matriz de otro de síntesis. Maleval, a partir de la idea de que el autista
es un sujeto “verboso” que no cede en su goce vocal para no enfrentarse al
deseo del Otro, plantea que éste se dedica a crear un “borde”, el “borde
autístico” que separa su mundo tranquilizador y controla el mundo exterior,
caótico e incomprensible para él.
¿Qué es el concepto de borde?
Borde es una superficie que
delimita un exterior y un interior. Hace de límite o de frontera. Tenemos
diferentes ejemplos:
-La pulsión como estructura de
borde (Lacan)
-“Borde de semblante, límite
entre real y lo verdadero (JA.Miller)
-La angustia como fenómeno de
borde en el campo imaginario (Sem.X- Lacan)
-“Retorno del goce a un borde”
(Lacan)
-“Borde autístico” es una
formación protectora frente a otro amenazador
Para Maleval el sujeto autístico
es llevado a construir un “borde” (concepto de la lógica) que le permite situar
un dentro y un afuera. Dentro sería un espacio tranquilizador alejado del
exterior vivido siempre como amenazador. El borde autístico es una formación
protectora contra el Otro real amenazante.
Colette Soler en “Incidencias políticas del
psicoanálisis”
En el capítulo “Nominación y
contingencia” pág. 368 a 381 hace un recorrido sobre el concepto de la Función
Paterna o función del Nombre del Padre. Destaca la distinción que hace Lacan
del NP de un hombre. Decir que un padre “nombra” viene a señalar que no es la
función de la metáfora que articula el significante con el significado, es
decir, simbólico e imaginario quedan anudados dejando el real fuera. NP tampoco
tiene la función de la letra que conectaría simbólico, imaginario y real. La
función del NP no es significante, sino una función del “decir” y lo señala
como un acontecimiento. Es o no es. Un acontecimiento implica contingencia
(cesa de no decirse) El “naming” es un hecho de existencia y su eficacia
radica en el anudamiento de los tres registros, nudo borromeo.
El sujeto real, no es solamente
el de la cadena, sino también como sustancia corporal, el “hablaser” anuda
decir y cuerpo. No es suficiente tener un cuerpo individualizado, si no que el
real de este cuerpo este anudado al simbólico y al imaginario. Es necesario que
el real este anudado para que el sujeto no se encuentre en el delirio o en el
autismo, fuera del lazo con el Otro.
Lo que entiendo es que C. Soler no
plantea una estructura diferenciada para el autismo, sino más bien un imposible
de anudar.
En el debate que hubo en Paris en
setiembre-12 en las jornadas sobre el autismo, entre C.Soler y J.C. Maleval,
ella destacó lo siguiente:
-Hay que diferenciar entre el
objeto pulsional y el objeto de la percepción
-Preguntó: ¿Hay alienación en el
autismo? ¿Existe objeto pulsional en el autismo?
Destacó: “Los autistas no entran
en la alienación significante, el niño autista no se puede separar del Otro
porque el Otro no es un objeto compensador de su falta, si no, una parte de sí
mismo”.
Comentario final:
En este breve recorrido he
intentado, de manera sucinta, explicitar dos posiciones en relación al autismo.
J.C. Maleval a partir del criterio de permanencia y constancia, define la construcción de un borde en el autismo. Borde que le permitiría al niño construir un espacio interno
diferenciado del exterior, siendo este espacio interno un lugar donde deposita
los objetos pulsionales reales (pág 95) construyendo una relidad compatible con
la de los demás (pág 95).
C. Soler, no plantea una cuarta
estructura. Señala que el niño autista no se puede separar del Otro. Este Otro
forma parte de sí mismo, no ha podido recortar el objeto pulsional. No plantea
una cuarta estructura, sino la imposibilidad de anudamiento de los tres
registros
El debate clínico está servido,
me parece interesante los dos planteamientos para reflexionar sobre el autismo.
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