Artículo "Tratamientos del cuerpo del niño y el adolescente en nuestra época y en el psicoanálisis". Cuerpos. Pubertades . Francisco José Santos Garrido
Tratamientos del cuerpo
del niño y el adolescente en nuestra época y en el psicoanálisis.
Cuerpos. Pubertades[1]
Francisco
José Santos Garrido
Me planteo en escrito dos momentos. El primero,
que he llamado “Cuerpos”, en el que presento algo sobre lo que me tiene al
trabajo sobre el cuerpo. Después, un apartado sobre “Pubertades”, en el que
exponer algunas citas y decires que en este tiempo de estudio me han resultado
evocadoras.
Cuerpos
LOM, el hombre borromeo hecho Uno por el anudamiento
de las tres consistencias[2], real, simbólica e
imaginaria y es por este anudamiento que tiene un cuerpo, no lo es[3]. “El hombre tiene un
cuerpo, o sea que habla con su cuerpo, dicho de otro modo, que parlêtre por
naturaleza”[4].
Parlêtre, hablaser que tiene también una definición borronea: la palabra
vehículo de sentido se ve conectada “no solo con el sentido gozado, sino con el
campo de lo Real, del goce Real”[5].
Y es que el decantar “el inconsciente sin
sujeto”, como recoge Colette Soler en su seminario “Vuelta sobre la función de
la palabra”, desplaza las líneas de fuerza de la clínica del sujeto en su
relación al Otro, hacia una clínica del ser hablaser, del parlêtre. Y en
lo que respecta a este ser hablante, “no es solamente sujeto, tiene un cuerpo
que está implicado en los efectos sintomáticos del inconsciente”[6].
La vuelta que en la Escuela se ha dado de
pasar dos veces por la cuestión del cuerpo la entiendo como un poner en
evidencia este desplazamiento que agujerea la concepción de lo pensable de un
psicoanálisis y avanza en un campo que está por desarrollar, el campo
lacaniano[7].
En “Advenimientos de lo real” se recogió
este desplazamiento de los años setenta de Lacan: “el síntoma de goce del
cuerpo, del cuerpo síntoma que suple la no relación, no está determinado por el
Otro, por su palabra y su discurso”[8]. El inconsciente saber sin
sujeto “es solidario de la definición de acto analítico”[9]. Y, lo que hoy nos
convoca, el saber sin sujeto “abre al no sin el cuerpo”[10]. Entonces, este “tener un cuerpo” es solidario
del inconsciente real como saber fuera de sentido.
Lacan en el Seminario XXIII, sobre el
cuerpo del parlêtre: “En realidad, no lo tiene, pero su cuerpo es su única
consistencia – consistencia mental, por supuesto, porque su cuerpo, a cada
rato, levanta el campamento”[11]. Este levanta el
campamento, que viene de una expresión francesa difícilmente traducible al
castellano. Parece que es este anudamiento el que le diera esa consistencia
pero no evita que el cuerpo a cada rato se largue, se abra, se raje, o como se
dice en Castilla, salga pitando.
Y es que “El cuerpo está afectado de los
pensamientos del ser” [12],
como si el cuerpo fuera uno mismo, el ejemplo de las lágrimas.
Para tener un cuerpo es necesario que un
nudo borromeo sea hecho, donde el goce fálico y el goce del sentido estén
anudados[13]
Colette en el artículo “Tener un
cuerpo…borromeo” habla de una doble imposición del inconsciente: hablado
impone el ser; saber gozado impone el tener del cuerpo, y no el cuerpo
imaginario, no el cuerpo mortificado del simbólico, sino el cuerpo substancia,
sustancia gozante.
“Lo verdadero es que LOM tiene, al
principio”[14]
y “Tener es poder hacer algo con”[15], pero se introduce
entonces también el que pueda no tener lugar, aspecto reseñable para la
clínica.
Pubertades
De entrada, agradezco el encuentro con el
texto de Martine Menès “El tránsito adolescente, tratamiento de lo imposible”[16], por ir a la veta de lo
que me interesaba transmitir en este apartado.
Freud en Las metamorfosis de la
pubertad comienza escribiendo “La pulsión sexual era hasta entonces predominantemente
autoerótica; ahora halla al objeto sexual (…) se pone el servicio de la función
de reproducción”[17].
Tal vez pudiera decirse que hay en la
pubertad una actualización, apuntalamiento siguiendo a Freud, del encuentro que
hizo el niño con algo que ya no se ajustaba solo a lo decible, encuentro
inaugural marcado con “un significante que encarnó el goce”[18]. ¿Cómo se relaciona este
significante con algo de las marcas de la lalengua? Y, ahora el púber se
encuentra con la castración “que es algo que a los 14 años, se evita mal”,
decir de Lacan recogido por David Bernard[19].
La temporalidad de la pubertad, y su
relación con el trauma, ya fueron abordadas por Freud muy tempranamente en
1985: “Dondequiera se descubre que es reprimido un recuerdo que solo con efecto
retardado (nachträglich) ha devenido trauma. Causa de este estado de cosas es
el retardo de la pubertad respecto del restante desarrollo del individuo.”[20]
Lacan habla de un “momento límite
complexual”, que podría ordenarse de un modo muy distinto, en función de un
vínculo entre la maduración del objeto a y la edad de la pubertad[21].
Partir de la pubertad como la maduración
del objeto a que organiza lo pulsional creo que nos mantiene en la
vereda del descubrimiento freudiano. Es esta “madurez”, término utilizado por
Lacan, la que pone al descubierto que no es de madurez de lo que se trata en el
sentido general del término.
La puesta en funcionamiento del objeto a
“maduro” impulsado por lo real del cuerpo, haría entonces el paso de las
teorías sexuales infantiles a la construcción del fantasma. Es esta madurez del
objeto a la que hace que lo pulsional se encarne en el adolescente de una
manera tan desbocada, cada uno según sus marcas pulsionales, en un
exceso que, aunque calme transitoriamente, no puede hacer olvidar en el neurótico
ni la castración ni la no relación sexual ni el ser mortal. Me pregunto por el
síntoma y Lacan en el Seminario VI dice “los detritus, más o menos
incompletamente reprimidos en el Edipo, resurgirán en el nivel de la pubertad
bajo la forma de síntomas neuróticos”[22],
Esta maduración del objeto a en la
pubertad pone en primer plano “Lo que no se elige”, o tal como ha sido
traducido “Lo que usted no podría elegir”[23], título de un texto de
Colette Soler. Entre el lado mujer y el lado hombre, dice, los sujetos han
elegido. “Y más tarde, más fuertemente aún: ellos se autorizan en sí mismos,
los seres sexuados.”[24] Autorizarse al sexo como
nos recordaba Alejandro Rostagnotto en las jornadas del pasado 12 de septiembre[25], puede ser uno de los
efectos de un psicoanálisis. Colette en este texto recuerda que “podríamos
decir que es el goce el que elige, allí donde responde y en las formas con las
que responde, todo o no todo, hace ley…sexual”. Y en cuanto a ese
autorizarse ellos mismos, aparece el cuerpo, de nuevo, un autorizarse como lo
que son en tanto cuerpos, pero que no es ni el yo ni el sujeto, hablando
propiamente. El margen de elección que le queda al que dice “yo” es “el de la
posición que tomará ante eso que lo eligió. Rechazo, consentimiento, paciencia,
entusiasmo, hay muchas”[26].
En este sentido, el seminario “Las formaciones
del inconsciente”, en la lección del 22 de enero de 1958, y a colación de los
tiempos del Edipo, Lacan nos dice que “El niño tiene todos los títulos para ser
un hombre, y lo que más tarde se le pueda discutir en el momento de la
pubertad, se deberá a algo que no haya cumplido del todo con la identificación
metafórica con la imagen del padre”[27]¿Qué se le puede discutir?
¿Cómo se quedaría esta cita releída con la padre-versión?
Lacadée sintetiza la cuestión del
cuerpo en un artículo dedicado a la adolescencia: “La relación del cuerpo se
vive en el registro de lo imaginario, él mismo anudado a los significantes de
la lalengua que afectan al cuerpo, así como a la dimensión imposible que ex –
siste al cuerpo y a la lengua a título de real como límite último del sentido
sexual y mortal”[28].
Dejo a Wedekind y lo que tanto Freud
como Lacan dijeron de su “Despertar de la primavera” para otro momento.
Hasta aquí solo un marco para seguir
trabajando.
Madrid, 6 de octubre de 2020.-
[1] Este texto corresponde a la
introducción teórica que se expuso en las Jornadas RHIPNA de Pereira, el mes de
octubre de 2020.
[2] Soler, C. (2013). El inconsciente
reinventado. Buenos Aires: Amorrortu. p. 88.
[3] Lacan, J (2012). Joyce el síntoma. Otros
escritos. Buenos Aires: Paidós. P. 591.
[4] Lacan, J (2012). Joyce el síntoma. Otros
escritos. Buenos Aires: Paidós., p. 592.
[5] Soler, C. (2013). El inconsciente
reinventado. Buenos Aires: Amorrortu. p. 88.
[6] Soler, C.
(2019). Retour sur la “fonction de la
parole”. Paris : Editions Nouvelles du Champs lacanien. p. 157.
[7] Me hago eco del decir en la conferencia
de Colette Soler que tuvo lugar con motivo del 20º Aniversario del Foro de
Medellín el pasado mes de septiembre de 2020.
[8] Soler, C. (2016). Advenimientos
de lo real. De la angustia al síntoma. Los monográficos de Pliegues nº6.
San Sebastián: Federación de los Foros del Campo Lacaniano España F-9, p. 27
[9] Ibidem, p. 190.
[10] Ibidem, p. 200.
[11] Lacan, J. (2006). El sinthome. Buenos
Aires: Paidós. p. 64.
[12] Soler, C.
(2015). Avoir un corps…borroméen. Revue des Collèges de Clinique
psychanalytique du Champ Lacanien 14, p. 60.
[13] Ibidem, 64
[14] Lacan, J (2012). Joyce el síntoma. Otros
escritos. Argentina: Paidós. P. 591.
[15] Ibidem, p.
591.
[16] Menès, M. Le passage adolescent, traitement de
l’impossible. Mensuel
98. Consultado en https://www.champlacanienfrance.net/sites/default/files/menes_M98.pdf
[17] Freud, Las metamorfosis de la pubertad,
p. 189.
[18] Soler, C. (2018). Advenimiento de lo
real. Pre-texto de la Cita Internacional de Barcelona, septiembre 2018 abril
2017. Consultado en https://www.champlacanien.net/public/docu/3/rdv2018pre1.pdf
[19] Lacan, J. (1972). Discours
de conlusion. Letteres de l’École freudienne de Paris, nº 9, décembre 1972,
p.513. Según lo citó Bernard, D. (2019). Lacan avec Wedekind. Une autre
lecture de l’adolescence. Rennes :
Presse Universtaires Rennes.
[20] Freud, S. (2010). Proyecto de
Psicología. En Obras completas. Volumen I. Buenos Aires: Amorrortu. p.
403.
[21] Lacan, J. (2006). El seminario de
Jacques Lacan. Libro 10. La
angustia. Buenos Aires: Paidós. p.279.
[22] Lacan, J. (2014). El seminario de
Jacques Lacan. Libro 6. El deseo y su interpretación. Buenos Aires: Paidós.
p 382.
[23] Soler, C. (2009), Lo que usted no
podría elegir. Aun. Publicación de Psicoanálisis 1, (1). Consultado en https://www.forofarp.org/images/AUN%201%20-%20Version%20final%201R.pdf
[24] Ibidem, p. 16.
[25] "Les effets de la passe sur l'École, vus par l'AE". EPFCL-France
- 12 septiembre de 2020. Material no editado.
[26] Ibidem, p. 21
[27] Lacan, J. (2007). El seminario de
Jacques Lacan. Libro 5. Las formaciones del inconsciente. Buenos
Aires: Paidós. P.201.
[28] Lacadée, P.
(2015). Urgence de vie. La Cause de désir 89, p. 33.
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